Cuando
cae la tarde en los veranos de La Laguna pocas cosas hay más agradables que
salir a caminar en cualquier dirección desde el centro. Hay donde elegir: hacia
Las Mercedes por varios caminos (La Rúa, Las Peras, El Pino), hacia San Diego,
hacia Las Gavias, hacia La Verdellada por el barranco, hacia San Roque. Todos
los paseos tienen su encanto. Y si además te llevas una cámara te lo puedes
pasar muy bien; encontrarás cultivos
variados, curiosidades, construcciones de todo tipo, momentos de luz,
detalles del camino y de la vegetación y también las
basuras que vamos abandonando por todas partes.
Aquí dejo una serie de fotos de uno de esos paseos de una hora; en tan poco tiempo puedes ver desde una yunta de bueyes arando hasta un campo de lechugas en todo su esplendor o una parada de guaguas en medio de las tuneras, o la nube asomando por encima del monte gracias a los benditos alisios. La Laguna sigue siendo el lugar ideal para darnos un respiro en pleno verano. No te pierdas ese placer.
Aquí dejo una serie de fotos de uno de esos paseos de una hora; en tan poco tiempo puedes ver desde una yunta de bueyes arando hasta un campo de lechugas en todo su esplendor o una parada de guaguas en medio de las tuneras, o la nube asomando por encima del monte gracias a los benditos alisios. La Laguna sigue siendo el lugar ideal para darnos un respiro en pleno verano. No te pierdas ese placer.
Precisa la descripción y preciosas las fotos. Un beso.
ResponderEliminarGracias por estar ahí mirando las novelerías de una a estas alturas. Besos.
EliminarMe alegra pasear por ahí...
ResponderEliminarPues compartiremos más paseos por el espacio y el tiempo. Besos.
Eliminar¡Ay, si no fuera por el frío y la humedad, sería mi ciudad de residencia!, además de que la mitad de mi sangre es lagunera, pero mis huesos y mis músculos deben ser chicharreros, porque no se acostumbran a ese clima de los Adelantados. ¡Qué se le va a hacer!. Pasearé contigo, Lolina, a través de este sugerente blog. Gracias por dejarme hacerlo.
ResponderEliminarTienes razón, Charo; por eso hay que aprovechar estos días de verano, un regalo después del largo invierno.
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