La palabra zaguán procede del árabe istawán.Los zaguanes son espacios con un encanto especial; forman parte de la intimidad de la casa, pero es una intimidad relativa, el lugar donde se atiende a la gente de menos confianza, a los proveedores y a los visitantes desconocidos para la familia; son también una muestra de generosidad para los viandantes en caso de lluvia o mal tiempo, un refugio esporádico para los que lo necesitan, y un lugar donde recibir y despedir sin la presencia de la familia al completo, lugar de besos furtivos y de palabras íntimas, de esperas y de juegos infantiles.
De los romanos hemos heredado esos espacios sombreados y acogedores, las antiguas fauces de las casas romanas, paso previo al atrium, que era el centro de la vida familiar, como lo son aquí los patios centrales de las casas canarias tradicionales, que conservan muchos de los elementos de aquellas.
En nuestras ciudades hay muchas casas con zaguanes y es un placer dedicar una mañana de ocio (a esas horas suelen estar abiertos) a pasear por las calles más antiguas admirándolos, contemplando sus puertas, sus pomos y llamadores, los cristales o las rejas de la puerta que comunica con el patio o la vivienda, sus suelos de piedra, o con baldosas de diseños caprichosos, y sus lámparas. Es como hacer turismo pero en casa, apreciando el arte y la belleza que tenemos a nuestro alrededor.
Aquí les dejo una muestra.
Ignacio Gortazar Olarte:
ResponderEliminarQué suerte tuve yo de criarme en una de estas casas, k maravilla k lujo vivir ahi, jamás me acostumbraré a una casa normal, es k mi habitación era más grande k un salón comedor de hoy en día y el comedor era buuaaffff y la cocina,la laja chasnera, la escalera de piedra porosa rosada, mi madre y lo k ha kedado, solo la fachada, dijeron k la casa estaba en ruinas y pregúntale a tu hijo cómo estaba la casa, en perfecto estado, mi madre metió mucho dinero y luego yo la mantenia, no curré poco: trastejar techos nuevos, vigas, pintar humedades, puertas, limpiar el polvo de esa casa mi madre etc etc
Nacho,es que la que fue tu casa es un auténtico palacio lagunero: la Casa Franco de Castilla, del siglo XVIII. Claro que era un lujo vivir ahí. Carlos siempre recuerda la cena de fin de año que pasó con tu familia como algo fantástico. Tienen que echarla de menos.
ResponderEliminar