domingo, 2 de septiembre de 2012

Mirador de Punta de Teno


Hay lugares de Tenerife en los que todo es un mirador, no hay necesidad de hacer una construcción específica con ese nombre porque desde cualquier punto en el que te sitúes la panorámica es espectacular. Uno de ellos es la Punta de Teno, el extremo noroeste de la isla, que con la luz del atardecer se llena además de mil matices nuevos.

Después de admirar la Isla Baja y el macizo montañoso llegas al borde del mar, junto a los faros (el antiguo y el nuevo) y te encuentras con el acantilado de Los Gigantes y la costa oeste, La Gomera y La Palma enfrente, rincones increíbles pegados a las rocas y la inmensidad del mar al otro lado. Debajo una playita y en el pequeño embarcadero del extremo el mar abierto, con todos los tonos de azul y verde que te puedas imaginar.


La roca volcánica de la Punta de Teno tiene todos los colores de la tierra, desde el negro al arena y al rojo y está salpicada de pequeños senderos de madera o cemento por los que puedes pasear. No hay ningún tipo de servicios pero encuentras todo lo que necesitas.

La belleza del lugar es absoluta.




2 comentarios:

  1. Andrés Gutiérrez Duncanson: No sabes cuántas noches he pasado yo en ese enclave pendiente de que un hilo baile. La pesca en Teno es exigente, dura por el viento y las amanecidas frías; pero en sus puntas, concheros y rincones se siente uno un verdadero isleño sobrecogido por la inmensa placidez y belleza del lugar.

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  2. Efectivamente, es un mirador múltiple e incomparable sobre un lugar irrepetible.De una belleza que sobrecoge. Hay que visitarlo alguna vez en la vida.

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