domingo, 15 de septiembre de 2013

Mirando el acuario



                       



Allí está el pez rojo, nadie le hace sombra; va seguido del amarillo y azul y del anaranjado de la cola de abanico; el negro está quieto en un rincón, pero de repente despliega todo su ondulante colorido morado, malva y violeta y se pasea  entre las algas que se balancean al ritmo de la corriente.
Yo observo sus evoluciones en el agua y poco a poco me voy sumergiendo como en una imagen plana en 3D y pierdo mi propia identidad y me confundo con ellos sin conciencia de observadora, flotando y ondeando mis múltiples aletas, abriendo y cerrando mis
opérculos y branquias, tomando y soltando el aire en esa danza sin fin.



4 comentarios:

  1. Me alegro de poder leerte de nuevo.
    Estaba preocupada (seguro que has tenido tus motivos)y se me ha hecho largo desde navidad.
    Sigue escribiendo. Muchos disfrutamos con lo que cuentas y con tu forma de hacerlo.

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    1. La verdad es que el motivo de esta tardanza ha sido este estado jubiloso: playita, viajes, desconexión. Pero hasta a mi me daba apuro encontrar lo de la navidad al encender el ordenador. Gracias por tus ánimos.

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  2. ¡¡Que alegría !!
    He releído tu entrada tan llena de color....y me he prometido retomar mi blog [ademá es la temporada propia...]pues a mi me ocurre lo mismo que a ti, lo abro, veo la fecha y me da cierta vergüenza.....
    Quería saludarte y saber algo de vosotros. Espero verles pronto y compartir experiencias.
    Un abrazo.

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  3. ¡Hola, Luisa! Está claro que tenemos que vernos antes de la temporada de setas, que ya está ahí. Vuelve a tu precioso blog, que te esperamos.

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